Francisca Vidal y Belén Palma conocieron a las escuelas Pichares y Quelhue para familiarizarse con la labor de Papageno y presenciar el trabajo de los profesionales voluntarios en terreno.
El jueves 8 de agosto, Francisca Vidal, Especialista de Voluntariado, junto a Belén Palma, Coordinadora de Proyectos de la Fundación América Solidaria, visitaron a las escuelas Pichares y Quelhue, pertenecientes a la Ruta Rukapillán, para familiarizarse con la labor que realiza Papageno y presenciar el trabajo de los profesionales voluntarios en terreno.
América Solidaria es una organización que promueve el protagonismo de la niñez y la adolescencia en el ejercicio y la defensa de sus derechos. Colabora con Papageno desde el año 2022, insertando profesionales voluntarios en sus proyectos educativos para fortalecer su misión y así llegar a más personas.
Francisca Vidal y Belén Palma acompañaron a Nicolás Vásquez, Profesional Voluntario de América Solidaria y Encargado de Sostenibilidad de la Fundación Cultural Papageno, en la aplicación de la Encuesta Papagenitos 2024, que busca averiguar el nivel de satisfacción de niños, niñas y adolescentes beneficiados(as) con clases de música.
“La visita a la Fundación Papageno fue una experiencia muy enriquecedora, tuvimos la oportunidad de compartir con Sebastián y Nicolás, que son los profesionales voluntarios de América Solidaria que hoy día están insertos en el equipo de Papageno, trabajando desde las comunicaciones y la sostenibilidad”, comentó Francisca Vidal.
La Especialista de Voluntariado sostuvo que “fue muy bonito porque cuando uno crece ya no tiene la oportunidad de compartir con niños. Conocimos como se hacen las clases en contextos diferentes a Santiago y también como la música ayuda a los niños a conectar, pasarlo bien y crear. Papageno confirma que la música, como también otras áreas del arte, es esencial para el desarrollo de los niños y las niñas”.
Por su parte, Belén Palma, Coordinadora de Proyectos de América Solidaria, afirmó que “el trabajo que realiza Papageno es muy importante. Son proyectos que entregan un espacio de distensión y recreación a niños y niñas. La ruta traslada la música a espacios lejanos de Villarrica, Pucón y sus alrededores. Entonces es algo muy valioso. La fundación entrega estos espacios para conectarse con el arte que actualmente están tan olvidados y postergados”.