El objetivo de los proyectos es aplicar en sus comunidades educativas lo aprendido en el programa de estudio de la Fundación Cultural Papageno y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

18 egresados(as) del Diplomado en Educación Musical, impartido por la Fundación Cultural Papageno y la Pontificia Universidad Católica de Chile (sede Villarrica), empezaron a implementar los proyectos de seguimiento en sus comunidades educativas, con el objetivo de aplicar todo lo aprendido en el programa de estudio.

“Estos proyectos tienen una duración de aproximadamente 8 meses. También tienen una agenda de visitas, que consiste en 4 visitas a las escuelas para cooperar y ayudar en lo que sea necesario a los alumnos que están realizando el proyecto”, comentó Gustavo San Martín, quien supervisa los proyectos de seguimiento del Diplomado en Educación Musical.

Gustavo siguió comentando que “tenemos 18 proyectos funcionando en la actualidad. La información va variando. Ahora tenemos 4 pendientes. Lo que significa que la próxima semana podríamos tener 22 funcionando. Las características de las escuelas donde se realizan los proyectos son muy diferentes. Tenemos escuelas grandes, de 90 o 100 estudiantes, que no tenían instrumentos. También tenemos escuelas rurales y unidocentes que tienen entre 5 y 10 alumnos”.

Para la realización de los proyectos de seguimiento, a cada uno(a) de los(as) estudiantes egresados(as) del diplomado se le facilitará un pack de instrumentos que incluye 5 guitarras, 5 flautas, 3 melódicas y 2 metalófonos.

Joceline Punolef, Directora de la Escuela Alihuén y egresada del Diplomado en Educación Musical, sostuvo que “espero poder potenciar la música en los niños, ya que es un aporte para su aprendizaje y para su desarrollo social y emocional. También me gustaría poder seguir generando redes para que mis estudiantes tengan más oportunidades”.

Por su parte, Óscar Carrasco, Director de la Escuela rural Quesquechan de la comuna de Loncoche, afirmó que “cuando me inscribí al diplomado era muy poco el conocimiento musical que tenía. Ahí aprendí a tocar flauta y guitarra, además de distintas técnicas que he utilizado con mis estudiantes en la escuela. Fue muy beneficioso y estoy muy agradecido”.

La realización del Diplomado en Educación Musical es posible gracias al financiamiento de Fundación Hilti, Fundación Huneeus Quesney y Fundación Angelini, además de la alianza entre la Fundación Cultural Papageno y la Pontificia Universidad Católica de Chile.